domingo, 24 de noviembre de 2013

Cajetillas sosas

En los últimos tiempos, el cáncer de pulmón ha incrementado su incidencia, debido al consumo de tabaco en los individuos. Algunos estudios, determinaron que el empaquetado genérico del tabaco, reduce las ganas de fumar, y ya se han visto algunos resultados en Australia gracias a una iniciativa.

Como todos sabemos, medidas como la ley antitabaco, ampliar prohibiciones, subir el precio del tabaco, campañas de información...etc, han ayudado a reducir el consumo de tabaco, sobre todo, salvando vidas de fumadores pasivos. Pero, según ciertos estudios,  habría que llegar un paso más lejos y conseguir que las cajetillas dejen de ser un reclamo en si mismo, 

Un estudio español realizado recientemente, ha señalado que los consumidores de tabaco se quejan de que es repugnante ver imágenes de bocas y pulmones destrozados, pero que sus ojos empiezan a ser capaces de eludir esa visión de sus cajetillas. La siguiente vuelta de tuerca para lograr que los adictos no recorten y lastimen sus vidas es eliminar de las cajetillas los vistosos y reconocibles colores y logotipos de las marcas de tabaco.

Un estudio ponía de manifiesto que las cajetillas genéricas sin marca ni colorines, sólo con mensajes de advertencia, podrían estropear el hábito a 500.000 fumadores británicos que acabarían por dejarlo. Y el efecto sería mucho más notable entre los adolescentes, logrando una doble victoria, dado que se evitaría que el hábito derivara en adicción. El éxito se consigue por tres vías: reduciendo el atractivo de los paquetes, 
aumentando la relevancia de las advertencias sanitarias y estandarizando el aspecto de la cajetilla.

En el año 2010, en Australia, se lanzó una campaña de advertencia y se apostó por implantar las cajetillas genéricas a lo largo del 2012, de color verde apagado. Quieren conseguir destacar los riesgo y reducir el consumo, y no permitir a las tabacaleras que incluyan mensajes confusos, como cigarrillos que hacen menos daño. Durante este año, ya no se pueden comprar cajetas con marcas, y el resultado de este estudio es que esas cajetas feas estropean el vicio. 

Los fumadores de la cajetilla fea son un 81% más propensos a pensar en dejarlo que los fumadores de cajetillas normales. Disociar la imagen de la marca del cigarrillo que se meten entre pecho y espalda les aleja del disfrute, al reducir su atractivo, y les hace replantearse el vicio.

Es simplemente un estudio preliminar, pero que se comprobará si realmente funciona, si la industria no intenta pararles.
  
Pero el plan se mantiene en pie.  Una victoria contra el tabaquismo, por pequeña que sea, puede ser gigantesca cuando pensamos en las dimensiones del problema, que provoca 5,4 millones de muertos al año en todo el mundo, en torno a 700.000 en la Unión Europea.


Fuente: Antena 3

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