viernes, 6 de diciembre de 2013

Asma: tratamiento

Como dijimos en ocasiones anteriores, el asma es una enfermedad crónica y no tiene cura. Por esta misma razón, el tratamiento del asma se centra en controlar los síntomas:

  • Prevendrá la tos y la dificultad para respirar.
  • Mantendrá un buen funcionamiento de los pulmones.
  • Disminuirá el uso de otro tipo de medicamentos para el asma.
  • Podrá ejercer una actividad física normal y dormir toda la noche.
Hay dos tipos de medicinas para el control del asma: medicinas de alivio rápido y medicinas de control a largo plazo. Las primeras alivian los síntomas durante un brote, mientras que los segundos evitan la inflamación de las vías respiratorias. 

Para el tratamiento del asma hay que seguir un plan de acción. Este plan consiste en describir el tratamiento diario, la medicina que debe tomar y la cantidad, y cuándo tomarla.  Además, también indicará en qué momento debe acudir al médico. Si el enfermo es un niño, las personas de su entorno deben conocer el plan de acción. Para que el tratamiento sea más efectivo, hay que evitar los factores desencadenantes del asma, que explicamos un par de días atrás.

MEDICAMENTOS

Las medicinas para el asma pueden darse en distintas formas, según decida el médico lo más adecuado para cada persona. Existen pastillas e inhaladores, siendo éstos los más utilizados, ya que llegan directamente a los pulmones. 

Medicinas de control a largo plazo

No proporcionan alivio inmediato, pero evitan la inflamación de las vías respiratorias, por lo que evita la presencia de síntomas. Los más utilizados son los corticoesteroides inhalados, de los que se dice que disminuyen tanto la intensidad como la frecuencia de los síntomas. Pero tiene unos efectos adversos, como pueden ser la candidosis bucal, cataras y osteoporosis si se toman en pastillas durante mucho tiempo....etc.
Pero los médicos están de acuerdo en que los beneficios superan con mucho los riesgos.

Medicinas de alivio rápido.

Los antagonistas beta 2 de acción corta son los más utilizados. Lo que hacen es actuar en las crisis para relajar los músculos que rodea las vías respiratorias. Si la utiliza más de dos días a la semana, debe acudir a su médico. Debe llevar su inhalador siempre consigo, por si acaso. No debe sustituir las medicinas de control a largo plazo por las de alivio rápido, ya que no evitan la inflamación de las vías. 


FuenteNIH

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